Detalles, Ficción y salmo 5
Y mi oración regresó a mi propio seno. La oración nunca se pierde; si no bendice a aquellos por quienes hemos intercedido, por lo menos bendice a los intercesores. Las nubes no siempre dejan caer la profusión sobre el mismo punto de donde asciende el vapor, sino que riegan otro sitio; y, incluso Figuraí, las súplicas de uno u otro lugar produ